Carlos Raúl Paredes
No hay lugar
en la distancia
donde TODO
lo borre el horizonte.
No hay lugar
en el olvido
que asile
al destierro del amor.
No hay lugar
donde se entierren
para siempre
las palabras dulces
robadas del árbol de la voz,
los poemas nacidos
en parto natural del corazón,
las lágrimas caídas
en batallas perdidas,
los libros regalados
en treguas pactadas,
las fotos tomadas
en instantes de fuego,
las caricias dormidas
en el ombligo del deseo.
No hay lugar
tan GRANDE
capaz de albergar
TODO
lo que deja
un adiós.
No hay distancia.
No hay olvido.
No hay lugar.