Carlos Raúl
Paredes
Su frase célebre está más vigente que nunca Don Humberto
Martínez Morosini. No pasa nada en la televisión peruana de hoy. Usted es la
imagen nítida de esa otra televisión, lamentablemente ya desenchufada hace años,
y que a ratos se enciende solamente en el exclusivo canal de nuestros
recuerdos.
Don Humberto, ícono y admirado caballero de las noticias
¡AQUÍ NO PASA NADA! No pasa nada con los noticieros. Cuando queremos ver las
agendas de la First Lady resulta que
la agenda noticiosa es otra y nos tenemos que soplar un reportaje de 15 minutos
sobre el romance de Fulanita con Mengano y Perencejo... sí, con los dos a la
vez. !Qué tal perenceja! (Aclarando, me refiero a la Fulanita).
¡AQUÍ NO PASA NADA! querido y recordado "MM". Mientras
que Nadine nos cuenta que no es su letra, los noticieros nos cuentan que Songo
le dio a Borondongo sin que sepa Burundanga... o que Bernabé le pegó a
Muchilanga. Y después, como quien no quiere la cosa le echan la culpa a Fatmagül. ¿Qué tiene
que hacer Fatmagül en las noticias?
Maestro de maestros, Don Humberto Martínez Morosini ¡AQUÍ NO
PASA NADA! cuando una escolar de 16 años se come más de diez cucarachas para poder ganar el
premio del viaje soñado
en el programa "El último pasajero". ¡AQUÍ NO PASA NADA! porque -y es
lo peor de todo- muchos
televidentes han caído muy bajo para
consumir la
televisión basura, sin
importar sus contenidos. Pura, purita televisión basura...
Don Humberto, qué diferente era la tele cuando usted fue rostro
y símbolo de la televisión peruana. Marcó un antes y un después como narrador
de noticias, narrador deportivo y maestro de ceremonias, por eso siempre lo
admiraré ilustre arequipeño.
Gracias por sus consejos. Recuerdo mucho aquella noche
cuando, debido a un viaje que usted iba a realizar, me preparaba para
reemplazarlo como conductor de "24 Horas". Yo estaba nervioso porque,
si bien es cierto a los 21 años de edad ya tenía experiencia en la conducción
de Buenos Días Perú, nunca antes había conducido el noticiero estelar de
Panamericana Televisión. Y usted me dijo: "El día que estés frente a una
cámara de televisión y no te sientas un poco nervioso, por más experiencia que
tengas, será mejor que te retires porque no estarás viviendo y sintiendo lo que
haces". Cuánta verdad.
Una de mis más grandes satisfacciones en el ejercicio de mi
carrera ha sido rendirle homenaje, maestro. En 1998 tuve la oportunidad de
entregarle el trofeo de mi programa "Gente Dorada" que se emitía a
través de radio Studio 92, en Lima. Usted siempre ha sido, es y será Gente
Dorada.
Don Humberto Martínez Morosini, ya tiene un lugar en la
eternidad de los grandes, de esos seres que parecen venir de otro planeta -aunque
usted vino de Arequipa- con capacidades, habilidades, dones y talentos que
muchos terrestres comunes ya quisiéramos tener, y se quedan a vivir para
siempre en la memoria colectiva de un país y sobre todo, en un lugar especial
del corazón de la gente. ¡Gracias maestro, descanse en paz!
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