Carlos Raúl Paredes
La canción de Los Toreros Muertos, famoso grupo de la movida madrileña del pop, rock, punk, que en 1987 fue una de las más solicitadas por mis oyentes de "Música Elástica" en Radio Studio 92, decía así:
Deja ya de joder
yo no me llamo Javier.
yo no me llamo Javier.
Siempre me gustó cambiar las letras de las canciones mientras las escuchaba a todo volumen en la cabina de la radio, bailando solito como loco mientras que seguramente mis oyentes, del otro lado del parlante, me imaginaban como a la mayoría de mis colegas Dj's, es decir, sentado frente al micrófono esperando que comience la siguiente canción para poner ON y hablar al aire.
Aquí un par de ejemplos: El coro de la canción de Kool and The Gang "Get Down On It", yo lo cantaba "Qué cag...nes", y no consigno la palabra completa por respeto a mis lectores.
El coro de la canción Funkytown de Lipps, INC "Gotta move on", yo lo cantaba "Care Hue...on", y en este caso, tampoco consigno la palabra completa por respeto a mis lectores. Jamás he abusado de las lisuras... Ni lo volveré a hacer.
Bueno, volviendo al punto, recuerdo en especial esta canción porque yo -que no canto ni en la ducha- la cantaba a viva voz y con una desafinación tal que si Los Toreros Muertos me habrían escuchado, con toda seguridad, se hubieran muerto otra vez. Mi letra decía así:
Deja ya de joder
yo no me llamo Raúl.
yo no me llamo Raúl.
Y la cantaba con el alma... me salía de lo más profundo y es que, la verdad -lo digo públicamente por primera vez en 31 años- me jodieron con ese nombre. Yo no me llamo Raúl, bueno, es mi segundo nombre pero jamás estuvo en mis más ocultos planes utilizarlo en lugar de aquel que escuché el día de mi nacimiento: Carlos. Carlitos para familiares y seres queridos.
Resulta que un 2 de mayo de 1984 -recuerdo exactamente la fecha porque ahí empezó la cosa- llegué a Radio Melodía 104.3 FM. en busca de trabajo con el currículum total y absolutamente mojado, y es que estaba tan nervioso que el sudor de mis manos mojó mi CV, tanto que no se podía leer con claridad mi experiencia previa de tres años como maestro de ceremonias en el Colegio Militar Francisco Bolognesi y como conductor del programa Facetas Culturales en radio San Martin AM (desde los 16 años de edad).
No obstante, creo que Roxana Delgado, conocida entonces como "La Chica Chocolate", que fungía como Gerente de la SS de Melodía, se quedó impresionada con mi currículum de adolescente y me invitó a pasar a la sala de grabaciones para el casting de rigor. Inmediatamente después me dijo que el trabajo era mío, que iba a ganar un sueldo que cualquier chico de mi edad envidiaría y que tenía que empezar con mi programa al día siguiente, al toque nomás... Pero había un pequeño detalle.
Fue la primera vez que escuché el nombre de mi gran amigo y hermano del alma, Carlos Raffo. "La Chica Chocolate" fue directo al grano: "Esta radio se caracteriza porque sus programas llevan el nombre de sus locutores y aquí ya hay un Carlos (Raffo). Tendrás que usar tu segundo nombre. ¿Cuál es tu segundo nombre?"
Y así fue que se jodió todo. Pesó más el tema económico y la ilusión de mi primer programa de radio a nivel profesional. Sin medir las consecuencias vendí mi nombre por unos cuantos billetes. Al día siguiente debutaba en los 104.3 de Melodía un nuevo locutor, Raúl Paredes, que poco después sería conocido como el "Hombre Elástico".
Muchos años después, en el 2003 cuando viajé rumbo al exilio en Estados Unidos, decidí recuperar mi identidad. "En este país nadie me conoce", me dije. "Es momento de recuperar el nombre perdido". Y apenas firmé mi entrada a las tierras del Tío Sam lo hice como Carlos Raúl Paredes.
Desde entonces y hasta hoy todas mis nuevas amistades, latinas y gringas, me llaman Carlos Raúl o simplemente Carlos.
¿Pero qué va a pasar cuando regrese definitivamente al Perú?
Si realmente eres mi amigo o amiga, te ruego encarecidamente...
Deja ya de joder
yo no me llamo Raúl.
yo no me llamo Raúl.
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