Carlos Raúl Paredes
Gran parte de mi vida la pasé viajando, me encanta viajar. Pero jamás pensé que las escalas serían tan largas. La escala que menos duró fue de un año (en tierras asiáticas). Y la más prolongada fue de 12 años (en tierras del Tío Sam). El itinerario comenzó en 1997 cuando decidí alejarme de mi entonces hermosa Ciudad Blanca de Arequipa para afincarme en Lima hasta el 2003, año en que partí rumbo al exilio en Estados Unidos.
Desde ese momento no he parado de alquilar departamentos, comprar y vender casas y carros o malbaratear mis muebles. Hace poco alguien ofreció 250 dólares por los muebles de la sala -qué misio, considerando lo que costaron- y de yapa tuve que darle la mesa del comedor para cerrar la venta. La familia que compró la casa pidió la refri de yapa. Caballero nomás. Gajes del oficio. Cuando vendes por motivo de viaje -urgente- la idea es deshacerse de todo en tiempo récord.
Mi esposa es experta en embalar y empaquetar ropa, zapatos, cuadros, platos y chucherías en general; en realidad siempre fue ella la que se encargó de este trabajo -el más difícil- mientras que yo estaba en el próximo destino, ya sea Lima-Perú, Davenport-Iowa, Little Rock-Arkansas o Tulsa-Oklahoma en Estados Unidos, haciendo lo más fácil, camino al andar...
Ese ha sido nuestro modus operandi en esta vida errante y aventurera que nos tocó... perdón, que elegí, porque la verdad, yo la elegí. Soy un hombre de retos y siempre me ha seducido la idea de comenzar de nuevo, y en ese contexto, tal vez fui egoísta al tomar decisiones que involucraron a mi esposa y a mis hijos, volviéndolos tan errantes como yo. Hoy son ciudadanos estadounidenses y sé que estarán bien... ¿o tal vez sea mi excusa para no reconocer que metí la pata?
Circunstancias políticas me llevaron al exilio. Fue mi decisión y no me arrepiento. Vivir asilado en mis recuerdos sin poner un pie durante 12 años en la tierra que me vio nacer ha sido duro, pero valió la pena. Hoy amo mucho más a mi madre y pude entender más a mi padre antes de su partida. Hoy valoro más el amor y la amistad, la distancia me ha enseñado a sentir más cerca a la gente que quiero y a dar abrazos sin utilizar los brazos, solo con el corazón.
He aprendido a valorar las cosas simples como un plato de comida... ¡Cómo extrañé mi locrito de pecho, mi chaque de los lunes, mi adobito dominical, mi cevichito del mediodía!
¡Cómo extrañé pasar por la Costa Verde y emocionarme con el mar o ir al estadio en Arequipa y gritar un gol de mi querido Melgar!
Es tiempo de un nuevo comienzo y, valgan verdades, no creo que extrañaré mucho al Tío Sam, pero debo agradecerle por darme la oportunidad de ejercer mi profesión como comunicador social y publicista. Fue un reto llegar a un país con un idioma y modo de vida totalmente diferentes y poder seguir con mis grandes pasiones de siempre, la televisión, la radio y la prensa escrita; del 2003 al 2008 como conductor y productor de noticieros UNIVISIÓN para Little Rock en Arkansas, Fort Myers en Florida, Detroit en Míchigan, Amarillo en Texas y Oklahoma City en el estado de Oklahoma. Del 2008 al 2015 como Gerente General y Director de Noticias de TELETUL MEDIA GROUP en Tulsa, Oklahoma, un conglomerado de medios (Estrella TV. Radio Las Américas y Teletul Noticias La revista).
Mi querido y añorado Perú allá voy, y esta vez para quedarme... Eso espero... Siempre y cuando mi espíritu aventurero no me haga trampa y me lleve hacia algún otro lugar insospechado. Lo bueno es que mi esposa es experta en embalar, empaquetar y hacer maletas rapidito. I'm sorry my sweetheart!
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